Hoy comienzo un serial de personas que admiraba allá cuando tenía solo un dígito en un mi haber de años cumplidos, pero intentando reflejar el porqué se conviertieron en mis ídolos. Empezaremos por Pete Sampras, el mejor jugador de pista rápida de la historia (Roger Federer es el mejor en general), que en aquellos años que empecé a practicar el deporte que más me gusta, era el jugador en el que todo el mundo quería reflejarse.
Excelente servicio, grandísima volea, un juego en pista rápida vertiginoso, partidazos como los que jugaba contra Goran Ivanisevic en Wimbledon con unas estadísticas de Aces realmente de locura, o como aquella ocasión que jugó la final de la Davis Cup con Estados Unidos ante Rusia fuera de casa y que acabó totalmente acalambrado tras más de 4 horas de durísima batalla tenística ante Chesnokov. En fín, no voy a repasar todos los triunfos de un hombre que tiene en su palmarés un total de 16 Grands Slams, haré hincapié en lo que más me recordó mi padre sobre Sampras, unas palabras de su entrenador.
Mi padre desde que era pequeño me recordaba lo que le decía el entrenador de Sampras a él cuando todavía no había logrado nada, "concéntrate en aprender a jugar bien, si lo haces, las victorías y los títulos vendrán solos, no tienes que preocuparte". Esas palabras fueron las que mis padres más me repitieron a lo largo de mi educación tenistica y cultural, haciendome ver que no se puede llegara a nada sin irse concentrando en todos aquellos pasos que uno da en la vida. Esa frase la aplicó el entrenador de Sampras para que se conviertierá en uno de los grandes de la historia tenística...mis padres para que día a día sea esa persona que uno quiere llegar a ser.
Es por eso por lo cual uno tiene como ídolo a Sampras, porque incluso a la hora de retirarse, cuando todo el mundo lo daba por muerto y casi deseándole un final casi de incógnito, el siguió aprendiendo para retirarse como el quería, ganando el US Open de tenis, para llegar a ser el campeón que siempre soñó...espero algún dia como hizo el poder decir que acabé donde quise, no donde me dejó acabar la gente...
Desde Yarm con amor, buenas noches, os quiero
Alejandro
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